Hace un año (mayo 2010), en la revista Solo Bici publicábamos un reportaje sobre una ruta llamada Tracks del Diable. Doce meses después, alrededor de 500 bikers han disfrutado de una manera de entender los "viajes" en mountain bike muy particular. El responsable de los itinerarios, apodado cariñosamente por sus fieles seguidores como "el Diable" y escondido tras un imponente sello rematado por un triple seis, sufre una tremenda aversión por todo lo que se pueda considerar "terreno rodador". El pobre no puede con ello. Un kilómetro de pista bien pisada le sienta peor que una estaca de plata al conde Drácula.
Estamos hablando de un biker incondicional de los senderos, los caminos trialeros, los atajos... Y por la felicidad que irradian los aprendices de diablo al terminar la ruta, su particular forma de ver y vivir el mountain bike no es exclusiva. Cada vez hay más aficionados que huyen de las rutas pisteras sin dificultades técnicas. Ya no se trata sólo de devorar kilómetros y desniveles. Se trata de "disfrutar/sufrir/pasarlo bien/estar a punto de dársela" en plena naturaleza.
Ahora, en 2011, tras el éxito de aceptación de Tracks del Diable, nace con idéntica filosofía Tracks dels Volcans. Hemos tenido la suerte de ser los primeros en "sufrir/disfrutar" su exigente recorrido de 260 km con 6.200 metros de desnivel positivo. De todo ello daremos más detalles en pocas semanas, en el Solo Bici de mayo 2011. De momento, os avanzamos: "Si os gustó Tracks del Diable, Tracks de Volcans os encantará". Eso sí, si sueñas con kilómetros y kilómetros de senderos demoníacamente enlazados, empieza por la Tracks del Diable. La Tracks dels Volcans nos ha parecido más dura y más técnica, si cabe, que la primera. Y es que segundas partes (a veces) son aún mejores.
