Ir en tandem es una experiencia muy distinta a la de ir en bicicleta. Lo he dicho alguna que otra vez: yo incluso me atrevo a afirmar que son deportes diferentes. Es cierto que hay dos ruedas, una cadena de transmisión y es necesario pedalear en ambos tipos de bicis, pero poco más. El tandem, para empezar, no es un deporte individual. Es un deporte aparte.
Es sufrido, por supuesto, pero el esfuerzo se comparte de un modo absoluto, igual que la recompensa indescriptible de alcanzar cada una de las metas que surgen en tu cerebro.
Sí, el alma está en el cerebro (gracias Eduard Punset). De ahí salen el amor, las ilusiones, los desengaños, el dolor, las ganas de vivir. El corazón lo único que hace es bombear sangre. En el tandem hay dos corazones bombeando al únísono. Dos cerebros soñando lo mismo. Compartiendo el camino. Avanzando juntos.
Ésa es la diferencia entre una organización y un organismo (gracias Raimon Panikkar): la organización funciona mientras haya dinero; el organismo mientras haya vida, salud, ilusión. Los elementos que forman la organización son sustituibles (en teoría). Los de un organismo ya es otro cantar.
El próximo 5 de septiembre de 2010 hay un encuentro de tandems en el que sospecho que podremos conocer a otros "organismos bicéfalos" con muchos kilómetros en las piernas, en las retinas y en los corazones.
+ información: TANDEM TOTAL
¡Nos vemos en los caminos!