martes, 10 de junio de 2014

Islandia en bici, guía práctica Vol. III

La gasolina del ciclista...

En esta tercera entrega de consejos para viajar en bici por Islandia, vamos a ser realmente prácticos. Del viento ya hemos hablado. De los campings, también. Y de las carreteras y pistas más acogedoras con el ciclista. Lo único que nos falta es lo que nos hace pasar de 0 a 15 km/h en 25 segundos: nuestra gasolina.

17º SUPERMERCADOS
Conseguir comida a precios razonables en Islandia puede parecer una misión compleja, pero no es ni mucho menos imposible: para eso están los supermercados.
El único problema es que en la bici no podemos cargar con comida para muchos días y resulta que no hay supermercados en todos los "pueblos" que aparecen en el mapa. En la guía Lonely Planet encontramos información bastante actualizada sobre este apartado.
Al mismo tiempo, hay que prestar atención porque los mapas a veces indican algunos cruces de caminos, gasolineras o granjas con el mismo icono y tipo de letra que usan para pueblos en los que sí hay tienda de comestibles.

Maryland Double Choc, con 98 octanos...

¿Y qué encontraremos en los supermercados? Pues de todo. Sopas de sobre, cous cous preparado, fideos dos minutos, galletas, chocolate, pan de molde, crackers, mantequilla, mermelada, cereales, leche fresca, leche en polvo, refrescos, café soluble, té, huevos, verduras, hortalizas, fruta fresca, frutos secos, fruta desecada, zumos... El precio de la cesta de la compra es superior al del Carrefour, pero no demasiado. Lo que sí es sensiblemente más caro es la carne. La de pollo también. Y los embutidos. Y el pescado, pese a ser país productor... Total, una buena excusa para ser vegetariano durante unos días.
Nosotros, que en algunos sectores del viaje necesitamos llevar comida para hasta 6 días, encontramos algunos productos que se adaptaban muy bien a la ecuación de ligereza/poco-espacio/calorías-mil/economía-cicloviajera: unos sobres de cous cous deshidratado que se cocinan en pocos minutos, disponibles en diversos sabores y no demasiado caros. Comimos bastantes. Demasiados, quizá.

18º BUFFET LIBRE DE SOPAS Y CREMAS
Otra opción a tener en cuenta entre los glotones es la oferta de sopas y cremas calientes "all you can eat" que hay en bastantes restaurantes o cafeterías de algunas ciudades o enclaves turísticos de Islandia. Pagas unos 10 euros, pero puedes rellenar el cuenco las veces que quieras, y comer todo el pan con mantequilla que desees. Muy frecuentemente también se puede comer ensalada a destajo. Lo mejor es cuando encuentras un local en el que el pan es casero y lo cuecen con simientes, frutos secos, etc. Si eres panarra, es una magnífica sobrecarga de hidratos de carbono. Nosotros pasamos tres días en Akureyri esperando una ventana de buen tiempo y con esta fórmula ganamos 10 kg cada uno.

Sopas campestres en Skógafoss

19º AGUA POTABLE
Aunque el tema de la sed es siempre una apreciación muy subjetiva, en Islandia nunca echamos de menos el agua. En todos los campings y zonas de acampada hay fuentes de agua potable. Como norma general, incluso en las travesías que hicimos por las Highlands, en bici y a pie, nunca tuvimos que cargar con agua para más de dos días (nos referimos a agua para beber y cocinar).
Pese a ello, nunca está de más ser previsores y llevar un sistema de potabilización, ya sea mecánico (tipo filtro) o químico (pastillas, gotas, etc.).

20º TREKKING & CYCLING
Islandia es un paraíso para el trekking. Si quieres combinar el cicloturismo con las excursiones a pie, es recomendable llevar un candado, una mochila y un calzado de senderismo. Nosotros ya hace tiempo que practicamos esta fórmula. Lo más importante es encontrar un sitio seguro donde aparcar las bicis el tiempo que estemos de excursión, ya sean unas horas o varios días.
Cuando en el camping de Hella preguntamos si podíamos dejar las bicicletas aparcadas unos días mientras hacíamos el trekking de Landmannalaugar a Skógafoss, nos respondieron que "POR SUPUESTO", que las dejásemos junto al edificio del restaurante. Nosotros, para estos casos, siempre llevamos un cable Abus ligero, un antirrobo que en Barcelona serviría para proteger la rueda, por así decirlo, pero en Islandia –país muy seguro– sube de categoría y pasa a ser de "alta seguridad".

Parking de Surly Ogre en el camping de Hella

Les dimos las gracias, atamos las bicis juntas a una valla de madera y trasvasamos el equipaje a nuestras mochilas de 40 litros. Las alforjas, medio vacías, nos las guardaron en un almacén.
Las bicis pasaron allí cuatro días. Nosotros fuimos en bus 4x4 hasta Landmannalaugar, donde echamos a andar hacia el sur, acampando en los espacios reservados que hay alrededor de los refugios de montaña de la ruta (acampada de pago), pasando por Pórsmörk y completando el trekking en Skógafoss, donde tomamos un nuevo autobús que nos llevó a Hella. Allí nos esperaban tan panchas nuestras Surly Ogre.
En Skaftafell y en el Askja hicimos lo mismo, pero allí la excursión a pie fue sólo de medio día, y las bicis se quedaron junto a la tienda, candadas entre ellas.
Por último, en Myvatn elegimos el primer camping que vimos al llegar, el que hay a orillas del lago, delante de la gasolinera y la oficina de información turística. Su ubicación es fantástica, aunque hay gente que se queja de los mosquitos.

Paisajes extraterrestres en el trekking de Landmannalaugar

Desde aquí queríamos ir a hacer el trekking de las gargantas del río Jökulsá, desde la cascada de Dettifoss hasta Ásbyrgi. En total, dos días de senderismo por un paisaje verdaderamente espectacular.
Para ello había que conseguir que el propietario del camping nos guardase las bicis, a lo que no puso pega alguna, aunque nos instó a comprar los billetes de autobús hasta Dettifoss y desde Ásbyrgi en su "agencia de viajes", para arañar unas coronas de comisión. Huelga decir que el dueño del camping de Myvatn es un tipo bastante peculiar. Pero las bicis estuvieron bien.

21º ¿GPS SÍ, GPS NO?
Pese a la sonora toponimia islandesa, que puede confundirnos ligeramente con sus acentos y diéresis hasta que nos familiarizamos con nombres como Landmannalaugar, Jökulsárlón, Vatnajökull, etc., la orientación no ha de ser ningún problema. Todas las carreteras están perfectamente señalizadas. Incluso en las pistas sin asfaltar de las Highlands, en los cruces principales siempre encontraremos señales con la distancia a destino, y en las zonas más desérticas, en las que a veces las tormentas de arena y la niebla pueden hacer dudoso el trazado, hay palos indicadores de color vistoso que marcan la ruta.
Con un buen mapa, una brújula y un cuentakilómetros debería ser suficiente, pero si tenemos un GPS con el mapa digital correspondiente, siempre podremos tener un extra de certidumbre sobre el punto exacto en el que estamos y la distancia que nos queda a destino.

Tramo de sandur inundado, en la F210, con palos indicadores amarillos

22.55 horas, noche de niebla entre Pórsmörk y Skógafoss

Todos los trekkings que hicimos nosotros –de Landmannalaugar a Skógafoss, de Dettifoss a Ásbyrgi, y las zonas del Askja y Skaftafell– estaban perfectamente señalizados, aunque en días de niebla o poca visibilidad, el GPS es una buena herramienta de soporte.

22º REFUGIOS DE MONTAÑA
En las rutas por las Highlands –la Sprengisandur (F26), la F210, la F88, etc.– y en los trekkings que hicimos, encontramos refugios de montaña guardados. Si queremos dormir dentro, en temporada alta es difícil conseguir plaza (especialmente en el trekking de Landmannalaugar a Skógafoss) si no hemos reservado con antelación. En todos ellos hay también área de acampada (de pago). También hay duchas de agua caliente (también de pago). También se pueden recargar las baterías del móvil, cámara de fotos, GPS… (previo pago, por supuesto). Los refugios tienen guarda, pero NO sirven comidas ni venden alimentos. Lo que sí ofrecen gratis es agua potable, WC, información sobre la ruta y el valiosísimo weather forecast.

Refugio de Laugafell, camino de la Sprengisandur (F26)

23º ¿ALFORJAS o REMOLQUE?
Eterna pregunta… y difícil respuesta. Cada sistema tiene sus pros y sus contras. Para los vientos que azotan a los cicloturistas en Islandia, el remolque puede ser un gran aliado. El peso va más bajo, somos más aerodinámicos y en pistas de tierra irregulares es más maniobrable que avanzar con cuatro alforjas. Sin embargo, para cruzar ríos –y en las Highlands hay bastantes–, el remolque tipo BOB Trailer puede no ser la mejor opción, pues el nivel del agua alcanza fácilmente el eje de las ruedas de la bicicleta. Si la corriente es fuerte, el remolque ofrecerá más resistencia.

Cruce de caminos en la F910, camino del Askja

Por otra parte, las alforjas son algo más ligeras –el remolque pesa alrededor de 7 kg–, son más fáciles de facturar en el avión, de subirlas a los autobuses, etc.
En resumen, ambos sistemas son perfectamente válidos. Lo verdaderamente importante es que sean impermeables.

24º CUMPLEAÑOS FELIZ
Pasar un cumpleaños en Islandia puede ser una experiencia maravillosa. Piscinas de agua caliente, fast food a mansalva, barra libre de dulces, barbacoa en el camping… Como es tu cumple, puedes hacer lo que quieras: desayunar media docena de donuts rellenos y cubiertos de topping de colores, almorzar pylsur con extra de salsa y cebolla frita, comer hamburguesas con queso, merendar tarta de chocolate –hay que soplar las velas– y barbacoa para la cena, que no se diga… Total, que acabas el día no sólo con un año más, sino con una barriga de Homer Simpson de regalo.

39 palos

Si te has leído los 24 consejos, ¡¡¡enhorabuena!!! Está claro que tienes serias intenciones de viajar a Islandia :-)

¡¡¡Que disfrutes del viaje!!!


***Para leer las crónicas completas de nuestro viaje en bicicleta por Islandia:
Hijos del viento - Sur de Islandia
Viaje al centro de la tierra - Highlands islandesas