110 km de caminos, atravesando puentes medievales, descubriendo ermitas románicas, masías abandonadas, siempre al amparo de frondosos bosques mixtos: castaños, hayas, abetos, robles...
Estos días (22 y 23 de abril) el paisaje estaba un poco invernal. Apenas lució el sol unos minutos por la mañana mientras cruzábamos el puente de Malafogassa. Después la luz tenue que lograba atravesar las nubes creaba un ambiente misterioso. Y qué silencio...
Hemos tenido la suerte de "estrenar" esta nueva ruta de Pedales del Mundo (se inaugura oficialmente en mayo de 2010) para hacer un reportaje que saldrá publicado en junio en la revista Solo Bici. El Pedals d'en Serrallonga es un recorrido con sabor propio, con una identidad muy definida: caminos ciclables al 99,99%, desniveles exigentes (el primer día 1.700 metros de ascensión acumulada y el segundo otros 1.200 metros), tramos de sendas en descenso totalmente asequibles en mountain bike y, sobre todo, bosques omnipresentes que hacen que la travesía se pueda recomendar en cualquier época del año. En primavera, dentro de nada, una semana quizá, estará todo verde (este año el invierno está siendo taaaaaan laaaaargo...); en verano, a la sombra siempre, pedaleando por el gran refrigerador natural que son los bosques húmedos; en otoño, a través de una galería de arte, disfrutando de cada árbol, que será de un color diferente; y en invierno, por qué no, abrigados, sintiendo la esencia del verdadero tesoro del bandolero más legendario, Joan Sala, alias Serrallonga, que no está compuesto ni de oro ni de joyas ni de monedas de plata... Hoy el auténtico tesoro de esta comarca, el más preciado, el incalculable, es el que forman sus bosques.
En la foto de arriba, el puente de Malafogassa, antaño paso obligado para ir de Vic a Girona. En la del medio, negociando un breve tramo de trialera al salir de Viladrau, tratando de demostrar que con alforjas también se puede :P y en la de abajo, junto a Félix, del camping El Pont, donde comienza y acaba la Pedals d'en Serrallonga, además de muchos otros recorridos a pie o en bicicleta que se pueden hacer en una mañana y permiten disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza de esta comarca tan remota como cercana.