En agosto de 2008 (ya hace casi 3 años!!!)
subimos al Aneto Miguel, Marc y yo. Unos 10 días antes había salido de la playa de El Fangar, en el Delta del Ebro, con la bicicleta y el remolque lleno de ropa de montaña. Al llegar al Valle de Benasque, en casa de Miguel pasé horas y horas releyendo números atrasados de
Desnivel que él colecciona desde hace años. Aunque de escalar no tengo ni idea, siempre me ha encantado esta revista: las fotos, las reseñas... Todo tan bien explicado...
De todas las historias que leí aquellos días previos a la ascensión al Aneto, una me llamó me inspiró poderosamente: era la de
Anderl Heckmair, escalador alemán que en los años treinta logró escalar junto a tres compañeros la cara norte del Eiger, virgen hasta entonces. La foto que abría el reportaje era la del escalador desplazándose hasta la base de la pared desde su ciudad natal. La bicicleta y un remolque le servían para recorrer cientos de kilómetros y transportar todo su equipo.
El pie de foto, ampliado: