La naturaleza es fuente de inspiración en todos los sentidos. El otro día, durante una cálida sobremesa estival y familiar, un abejorro (o lo que fuera) se quedó sin gasolina en pleno vuelo y se estrelló contra el seto del jardín. Al observar que yacía inerte y aparentemente inofensivo, asombrados por su talla, nos dispusimos a estudiar su anatomía con inusitado entusiasmo. Contamos sus alas. Identificamos su aguijón. Teorizamos sobre su género y especie. Sobre su peso. Sobre las causas de la muerte. Pasamos un buen rato examinando el bicho, pero no fue hasta ampliar una de las fotos que le hicimos en el improvisado estudio de la mesa de camping que descubrimos el pequeño detalle de su frente. Sencillamente increíble. Ampliad la foto para observarlo mejor. Y luego pensad en todos los detalles que se nos escapan cada vez que comemos en un fast food, frente a la tele o sobre el teclado del ordenador.
RESPUESTA: José Ramón González Lede dixit: Acabo de leer la entrada de hoy en tu blog "Con un par de ruedas", y -como aficionado a los detalles que también soy- no pude evitar la tentación de informarte. El "objeto volador" que animó vuestra sobremesa fue ni más ni menos q...ue una desafortunada hembra de "Megascolia Maculata Flavifrons", es decir, una tremenda avispa solitaria, a la que en EE.UU. suelen llamar "Mammoth Wasp" por razones evidentes. La hembra se dedica a poner sus huevos en larvas de escarabajos, que paraliza y aletarga bajo tierra con su aguijón. El macho poliniza flores. Son bastante pacíficas, a pesar de su agresivo aspecto.
La silueta de su frente, a pesar de que los humanos tendemos a darle una explicación elaborada -y casi mística- a las maravillas de la naturaleza, no es más que un mero maquillaje de sus "ocelos", tres ojos únicos dispuestos en triángulo que le sirven para orientarse en sus proximidades. Unas luces de cruce, vamos.
Un saludo!